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¿Qué es lo que pasa cuando la libertad te priva de tus mayores placeres? Hay veces en que por elegir lo que (creemos) nos hará crecer, nos duele el alma. Sabemos que es lo mejor pero... Si es lo mejor no deberíamos llorarlo. ¿Y si no optamos por ese llanto? ... Es la misma resolución pero invertida. Lloraremos por no haber cruzado esa puerta.
Nos pese o no, la vida nos abre caminos, pero no podemos tomarlos todos a la vez, siempre algunos nos quedaran sin conocer, o lo que es peor, conocidos a medias.
Hoy estamos en una etapa de elecciones vitales y eso, a más de uno, nos está matando.

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