M e C o n v i e n e

Hace tiempo que pienso que en la vida nos relacionamos por conveniencia y que eso no está nada mal.
Tal vez esta primer oración sonó frívola, fría o exageradamente racional pero ninguno de esos calificativos podría asociarse con las relaciones de mi vida, y con la de ninguna persona.
El punto es que creo que cuando nos acercamos a alguien, ya sea para tener una amistad, algo más o algo menos ... Lo hacemos porque nos conviene. Porque no perdemos nada. Porque nos da un negocio redondo. Y con redondo no me refiero a recibir más de lo que damos, sino a quedar en cero, a no tener pérdidas. A satisfacer nuestras necesidades gracias al otro y a satisfacerle sus necesidades gracias a lo que podemos dar. Como una gran empresa o una feria americana.
Y es que, ¡Cuántas veces necesitamos un beso, un abrazo o un apunte de la facultad! Cuantas veces otro necesitó dar un beso, un abrazo o tener un compañero de estudios. Y es que cuando yo necesite aprender, del otro lado alguien podrá enseñarme. Eso, señoras y señores, es que me conviene aquella persona. A veces nos equivocamos, muchas veces en verdad, y creemos que todos necesitan lo que tenemos para ofrecer o esperamos que así sea. Y muchas más veces, nuestros pensamientos y esperanzas son errados. No todos necesitan lo que queremos dar, y es ahí cuando no nos sirve lo que queremos obtener de ellos. Eso sería un mal negocio y el pretender obtenerlo, una pérdida de tiempo, una inversión mal hecha. No quiero decir que no hay que pelear por lo que uno quiere, al contrario, hay que tratar de sacar nuestra empresa personal a flote, pero si no lo logramos seguramente nos sirva de experiencia, aprendamos mucho del error y no lo cometamos otra vez.
Al mismo tiempo, no hay que olvidar que las cosas cambian y nuestras ofertas de hoy no son las mismas que las de mañana. Los precios suben y bajan constantemente y eso que teniamos como inalcanzable puede satisfacer hoy mis necesidades más basicas o por el contrario, aquello que tanta falta nos hacía ya es completamente inservible en casa. Lo mismo les pasa a todos y por eso las sociedades anónimas se separan, las amistades se pierden y los noviazgos quedan en el olvido. Simplemente porque ya no nos ofrecen lo suficiente para satisfacer nuestra necesidad de satisfacer al otro.
"Y es que me conviene tenerte cerca porque me haces feliz." Creo que si alguien me dice eso, sólo le pegaría un cachetazo y me iría. Pero si lo pensamos ¿Qué es lo malo? . Si a mí también me hace feliz que esa persona me tenga cerca suyo. Y esto es así. En reiteradas ocasiones no hice cosas que quería hacer por miedo a que me esten utilizando, manipulando o engañando. Pero, si me encantaría que me usen, me manejen o me quiero dejar engañar... ¿Qué me importa lo que crea el resto? . Si yo disfruto de vos mientras me usas, ¿por qué dejarías de hacerlo?. Digamos que es un engaño mutuo, pero ... Sigue siendo conveniente para ambos, por eso cerramos los ojos ante esto. Todo terminará cuando ya no busquemos lo mismo. Cuando lo que busquemos no lo encontremos en este lugar.
Todo terminara y otras relaciones más redituables seguirán girando alrededor nuestro ...