.

Su fantasma te persigue hace un milenio de días, pesaría en tus ojos, pero más te pesaría en tu corazón (si lo tuvieras).
Al nacer, vendiste tu alma al Señor de los Infiernos por unas chirolas. Pecaminoso camino decidiste recorrer (pero no estas sólo), es el presente de tu pasado el que como un repugnante detective ha sido tu sombra; la sombra que se oculta cuando te volteas al mirar, y es que se avergüenza de vos, de tus malditos actos...
¿Y cómo no avergonzarse?
Fuiste fiel al engaño y ésto debería hacerse notar en tu cuerpo: toda tu vida, entera, tendria que estar desangrandose por tus ojos, pero nada de eso esta sucediendote. Sos impune, siempre lo fuiste.
La carga es intolerable, si tus venas funcionaran, haría doler tu espalda.
Pero ya no más. Por vengarte de los males que la vida te impuso, te olvidaste que alguien sería capaz de lo mismo.
Entre gusanos hoy demostras tu asquerosa y vomitiva indiferencia. Una doble vida, primero en vida y luego en muerte, pero idénticas. Nunca sentiste más que frío, nunca supiste ser; y por eso pagas entre la humedad de los suelos.
Tediosa historia la que ni siquiera supiste escribir.
Nada jamás te importó, pero te equivocaste; porque a mí sí, y ahora ya lo sabés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario