A veces pienso que las canciones ya dicen todo por mí, no hace falta hablar de más; Pero qué hacer si mi corazón grita sólo. Quiere decirte que no soporta más tenerte lejos, que hace tiempo ya no saborea un abrazo de esos que solias darle todas las noches entre besos y caricias exageradas, entre suspiros y Te amos. ¿Y qué pasa si se te fue el amor? Si la distancia se volvió inminente, si la rutina nos asesinó en silencio y suavemente, más suave que el verde de tus ojos, más profunda su daga que tus mensajes de amor, esos que dejabas en el espejo de la habitación para que no extrañe tu cuerpo cuando salías. Qué inutil resultó todo. Qué absurdo es mi hoy. Necesito saber que sos mío y es estúpido: ya no es así.
Matabamos el uno por el otro, viviamos el uno por el otro, eramos uno... Y hoy mi alma muere, en la soledad de esta inmensa cama que adorabamos desarmar entre cosquillas, risas y anaranjados besos que desparramabas en mi espalda.
Lágrimas quedan, vertidas sobre este papel, arruinando la tinta de la pluma que expresa el tedio insoportable que dejaste en mi vida. Sólo eso queda. Nada más. Sólo el tedio y ni una sonrisa más.