A las minas el amor nos hace bien. Amor... ¡Bueno! , no me refiero a ese amor incondicional y meloso que las novelas de la tarde nos quieren inculcar, sino a las pequeñas demostraciones de afecto que para nosotras son inmensas.
Y es evidente cuando una mujer está sola. Se pone el jogging con ojotas y se queda comiendo pan mientras mira su Facebook, sin importar el día de la semana en que estemos.
Cuando está en algo, ya se delinea los ojos, se arregla el pelo, aunque sepa que son las 3 de la tarde, que hay un sol de la puta madre y que en media cuadra va a estar transpirada y maldiciendo los jeans ajustados que se quiso poner.
El cambio se nota; se nota a leguas.
De repente pienso que somos tontas, que un "linda" nos compra, que un "¿nos vemos hoy?" nos hace sonreír un día entero y tal vez no sea de lo más sincero y tal vez no piense que somos lindas pero ... ¿Qué vamos a hacer?. ¿Vamos a desconfiar de cada palabra? No tendría sentido.
La mejor opción que encontré hasta ahora es la de no enamorarme, pero sentirme bien. Pensar que aceptar los halagos es útil para mi autoestima y no para el de él; y si así lo fuera, me alegro de que sea un intercambio justo.
A las minas el amor nos pone bien, entonces .. dejemos de buscarle la quinta pata al gato, porque así nunca vamos a estar como queremos.
No es de conformista, simplemente es que me cansé de llorar por el Principe Azul que no toca mi puerta y decidí mirar otros colores .. A ver qué pasa.
Hoy, Romina ... con amor o sin amor, con Principe o con Plebeyo, con sol o lluvia ... Se siente bien y tiene ganas de sonreír.
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