Hoy, por MIEDO, cambio mi camino y lo reconozco. No siento ser una cobarde, más bien una mujer pensante.
Hoy digo que sin miedo sería un descontrol la vida, no sería vida.
No me malinterpreten, hay que buscar lo que uno desea pero poniendo ciertos limites que sin temores no existirían y nos dejarían en las vías del tren atados a una incordura y desenfreno que distintivos del ser animal que somos nos matarían en impulsos.
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