De tu pecho velozmente al mío como una lanza feroz, con tu sonrisa de ángel y una cruel risa de demonio que brota de tus ojos disfrazados de realidad, una realidad que superficialmente nos complace.
Esto es una batalla sin fundamentos, y parece que no quiero defenderme, estoy cansada y con el cuerpo teñido de acero bordó... Pero continúo gritando, nadie puede frenarme (ni tu daga lo hace); por más que sigas intentandolo. No podés.
Estas errado: no lloro para inculparte sino por inercia, porque me hace falta; Y espero, amor, que no te hayas olvidado aún de que yo siempre digo a gritos lo que siento.
.
Basta ya, por favor.
Guionado, dirigido y subvencionado por
Romii
en un día no sé si soleado, que curiosamente cayó
domingo, enero 17, 2010
Bailando en la ducha pense en
Personal
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Buenísimo blog!!!
ResponderEliminarCon La Academia y Sabina ya me convenciste jaja.
Un abrazo!