.

Tan libre y encadenada ~

La punta de este iceberg se llama como se llamó siempre, pero yo voy a abordarlo con otra actitud. No voy a decir que no se me heló la sangre unos instantes ante la buena nueva, y pensé: "¿Ya? ¿Tan rápido?". Por suerte la cordura y la estadística acudieron a rescatarme rapidamente. El tiempo pasó, y cada uno es, si se quiere decir así, feliz en su mundo. Me di cuenta que sería egoísta acercarme simplemente por celos, porque no tengo de que estar celoso. Aunque a veces me siga creyendo que ella me canta a mí, y nada mas que a mí, está claro que me equivoco. Es momento de desaparecer, por mí, y por ella. Porque a pesar de todo, no puedo negar que aprendí mucho a su lado, y se merece este gesto de mi parte. Puede quedarse tranquila, que este fantasma no será mas que el recuerdo de un recuerdo, y ella podrá volar en libertad, o encadenada, si así lo prefiere...



Fragmento de un texto escrito por Federico Pretél en Cruces y Flores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario